miércoles, 28 de diciembre de 2011

URBIA

En Euskadi las montañas no son muy altas, la cordillera Cantábrica se desvanece hacia el este y el Pirineo recién nacido junto al mar tampoco tiene alturas significativas. Al fin y al cabo la altura absoluta  respecto al mar es sólo uno de los muchísimos  aspectos objetivos de las montañas.  
Guipuzcoa se articula a través de una serie de valles con dirección predominante Sur Norte con valles secundarios transversales. Entre los valles principales hay cordales paralelos a los fondos de los valles. Los ríos que atraviesan los valles nacen en otro cordal principal con dirección Este Oeste que es la divisoria de aguas Cantábrico Mediterráneo. Las mayores alturas de este cordal se sitúan en la sierra de  Aizkorri o Aitzgorri, Peña roja en castellano,  son 1551 m. los que se alcanzan en el pico  Aitxuri  y es en esta sierra el único lugar dónde se superan los 1500 m de todo Euskadi.


La verdad que me resulta difícil escribir sobre lo que significa la montaña en Euskadi,  me atrevería a afirmar que es una casi una costumbre el salir al monte los fines de semana, con la cuadrilla de amigos, con la familia, con algún grupo… La verdad que la orografía y el paisaje tiene mucho que ver en esta actitud, no puede haber la misma tendencia de salir a la montaña en la Armuña o la Moraña que en Bejar o Barco de Ávila. El deporte y la competitividad están muy arraigados, y  hay una sensibilidad y respeto especial hacia el medio natural, las cumbres y bosques están pobladas por seres mitológicos todavía vivos en la conciencia colectiva de una gran parte de la sociedad,  hay gente de la montaña con notoriedad en los medios de comunicación, incluso en su día alguno era ídolo juvenil de las adolescentes, las ropa de montaña se utilizan habitualmente para vestir… en definitiva existe una cultura de montaña sólo comparable a la que pueda haber en Cataluña, por lo que al final la altura absoluta de las montañas carece totalmente de importancia en el apego y la importancia cultural de éstas dentro de la sociedad. 


Urbia es un valle colgado al sur de la sierra de Aizkorri y al norte de la sierra de Urkilla, por donde discurre la divisoria de aguas y el límite provincial entre Guipuzcoa y Álava. A través de los siglos ha sido lugar de pastoreo y diferentes túmulos  funerarios son testigos del paso del hombre. Hay alguna zona de cabañas donde a partir de la primavera viven los pastores con sus ovejas latxas y se elabora el queso Idiazabal.  En la cercana Aranzazu, lugar de peregrinación mariano, dónde entre otros muchos eventos importantes se normalizo la gramática del euskera existe incluso una escuela para aprender el oficio de pastor.


Los accesos principales a la zona son varios, por el lado guipuzcoano Aranzazu y el túnel de San Adrián, un túnel  natural con un techo muy bajo y por el que discurría una calzada medieval y dónde se dice que fue el único lugar dónde Carlos V agacho la cabeza. Y por el lado de Álava por el pueblo de Zalduondo.
El 27 de diciembre mi sobrino Sergio de 9 años y yo salimos de Bergara (  155 m.) a las nueve de la mañana con     -2º C y en poco mas de veinte minutos llegamos a Aranzazu ( 715 m.) con 3º C. Aparcamos el coche en el amplio aparcamiento del Santuario y tras atravesar todo el complejo seguimos la pista hacia el este, empezamos entre algún caserío (baserri) con prados dónde pastan las ovejas hasta llegar a un punto dónde se puede aparcar el coche y hay una valla para evitar que pasen vehículos a motor. A partir de aquí la pista discurre primero entre pinos que poco a poco van desapareciendo para dar paso al hayedo que ahora desnudos si dejan penetrar los raquíticos rayos del sol invernal a su suelo. La pista va convirtiéndose en sendero tras pasar por una fuente, un último repecho más duro antes de llegar a Urbia, y vistas hacia otras montañas vascas, Gorbea (1481 m.),  Anboto (1317 m.) y dónde según la mitología vive Mari la diosa de la naturaleza. Cada 2 años la sociedad excursionista Manuel Iradier de Vitoria organiza una marcha en la que se ascienden los tres grandes, Gorbea, Anoto y Aizkorri, unos 100 kms de marcha.


A Urbia desde Aranzazu son  4.3  kms que se pueden hacer fácilmente en una hora. Desde aquí hasta Aizkorri se puede subir en 1h 15 min. Merece la pena parar en la fonda y tomarse un caldo o un bocadillo de chorizo a la sidra acompañado de más sidra o un rioja, faltaría más.


Nosotros nos comemos el bocadillo en la campa mirando el cresterío, otra bonita actividad la de ir enlazando todas las cimas y pensando que el próximo año subiremos a Aizkorri cuando Sergio ya tenga 10 años. Desandamos el camino hasta Aranzazu, dónde podemos ver la controvertida obra escultórica de Jorge Oteiza y podemos comprar un buen queso Idiazabal.