martes, 1 de noviembre de 2011

ARISTA ESTE DEL ESPIGÜETE

Aprovechando el puente de los Santos fuimos a cerrar viejas rencillas abiertas hace ya algunos años con uno de los colosos de la cordillera cantábrica, nuestro querido y añorado Espigüete. Había que intentarlo sin arriesgar antes de que la nieve nos lo pusiera más complicado y volver otra vez a casa con las heridas sangrando.



Yo lo había subido hacia más de 10 años con mi compañero de fatigas de la época universitaria Kote en un puente del Pilar en el que creo recordar que hicimos también en Picos el Tesorero y Peña Vieja. Al igual que aquella vez lo queríamos ascender por la elegante y aérea arista Este y bajarlo ya veríamos por dónde, por si acaso dejamos un coche en Cardaño de Abajo antes de llegar al aparcamiento del valle del arroyo Mazobres.
Ruben salía de su Pola de Lena y yo de mi Carbajosa, el punto de reunión es Guardo, a tomar un cafetín (como se dice por la zona). Es 30 de octubre, el colorido de los bosques de la zona es impresionante, robles y hayas comparten espacio con coníferas creando vistosos cromatismos y reflejos sobre las escasas aguas embalsadas tras el seco periodo estival.
En la cara sur apenas si apreciamos pequeñas manchas de nieve casi en la cumbre, pero al asomarnos a la cara norte observamos que hay una fina capa de nieve aproximadamente desde una altura algo superior a los 2000 m. Dudamos un momento pero al final decidimos meter los crampones y el piolet, un peso extra pero que se le va hacer…



Comenzamos la ascensión, la primera parte es casi la mas pendiente, al llegar a la arista como tal a partir de un espolón la pendiente se modera algo y empezamos a tener unas vistas impresionantes, lo primero que vemos hacia el norte es la zona de Peña Prieta y Tres Provincias, el Curavacas con su inconfundible conglomerado verdoso al este, al sur los embalses de Camporredondo y Compuerto junto a la sierra del Brezo y al oeste empieza a asomar toda la zona occidental de la cordillera Cantábrica.
Empezamos a apreciar pequeñas siluetas que van avanzando por la arista, de repente al norte surgen los Picos de Europa…, Mira! Peña Santa, y esa otra es la Torre del Friero…y un poco más al sur los Mampodres, al este la zona del Tres Mares…



La arista se va haciendo más entretenida, empezamos a tener unos patios curiosos al norte, el refugio se ve allí abajo casi diminuto al pie de la impresionante cara norte de este montañón. Tras un breve destrepe enfilamos la parte más aérea de la ascensión que aunque nunca difícil si puede impresionar y llegamos a la cima Este (2.444 m). Hasta ahora hemos ido evitando pisar nieve pasando siempre más pegados a la cara sur, pero a partir de aquí va a ser inevitable, ante nosotros tenemos un paso por la cara norte con nieve dura, hay un grupo pasando por allí sin ponerse crampones, está delicada la cosa, observamos que hacia el sur podemos destrepar por una pequeña canal y evitar el paso, o eso esperamos, la verdad es que podíamos habernos puestos los crampones y asunto resuelto pero no sé porque motivo a veces para hacer un solo paso te vuelves perezoso e intentas evitarlo. Al final tenemos suerte y podemos evitar el paso por el sur, aunque podíamos habernos metido en un problema mayor. A partir de aquí la arista no tiene ninguna dificultad más y llegamos a la cima principal (2451 m.)que está bastante llena de gente. Casi 4 horas hemos tardado.


Las vistas desde arriba deberían enseñarse en el colegio, los Tres macizos de Picos de Europa, Peña Prieta, Curavacas, Tres Mares, al fondo la sierra de la Demanda, Urbión e incluso me atrevería apostar que también se ve la parte más oriental del Sistema Central (Sierra de Ayllón y Pela…), por el Oeste inconfundible Peña Ubiña, la zona de Riaño, Mampodres, Peña Ten y los Ancares al fondo junto a multitud de picos que no somos capaces de diferenciar.

El descenso lo hacemos por la interminable pedrera de la cara Sur a pesar de mi insistencia de hacerlo por la norte, hemos dejado un coche en Cardaño de Abajo pero las llaves se han quedado en el aparcamiento, soy un crack…Tras dejar la pedrera el regreso por el camino es más apacible (todavía tengo una uña negra…) llegamos a Cardaño entre verdes pardos y coloridos bosques. Un grupo que está en la plaza y con los que hemos coincidido en la cumbre acercan a Ruben a por el coche, menos mal…
Según regreso a casa voy pensando después de otro cafetín en el El abuelo de Camporredondo que HACIA TANTO TIEMPO QUE NO ME SENTÍA MONTAÑERO…(Reflexiones de un montañero venido a menos…)






Track de la ruta en GPSies