miércoles, 4 de abril de 2007

LOBOS EN LA SIERRA DE AVILA

Voy a comentaros unas noticias leídas en la prensa local sobre los lobos en la comarca de la Sierra de Avila.

Desde el año 2001 se llevan produciendo numerosos ataques de lobo al ganado, el lobo llevaba extinguido de la zona desde los anos 60-70, pero debido a la despoblación y como consecuencia de ésta a la falta de presión sobre el medio, la densidad de lobos en la zona ha llegado a rondar los 5 ejemplares cada 100 km2. Se trata de una zona eminentemente ganadera, la comida para la especie no es abundante y menos en invierno, por lo que los que están aguantado la reaparición de los lobos en sus maltrechos bolsillos son los ganaderos de la zona.


Lobo muerto en la Sierra de Guadarrama

Se han abatido ejemplares, a pesar de tratarse una especie protegida al sur del Duero, y ahora se va a poner en marcha un Plan de Gestión del Lobo que contempla una reducción del 30 % de los ejemplares en la zona y que ésta forme parte de la zona más restrictiva contemplada en el Plan Gestor. Se aumentarían las patrullas de control y vigilancia en la zona, incluso con los propios habitantes de la zona.


Huella de lobo en la Sierra de Avila

Sin embargo en cuanto a las medidas compesantorias, serán los ganaderos los que tendrán que seguir contratando seguros, y en ningún caso se procederá a costear los daños con pagos directos desde la propia Junta de Castilla y León. Otra vez la gestión de nuestros políticos es insensible con el medio y con todos sus habitantes, iniciativas como las de zona de Sanabria en Zamora, siendo el lobo un reclamo turístico aquí ni se plantean, seguimos siendo la comarca más deprimida de Castilla-León, y los pocos recursos con los que contamos se desaprovechan.

Si la población de lobos puede llegar a ser una plaga para la zona habrá que controlarla pero también se pueden establecer otra tipo de medidas compensatorias, o introducir especies que sirvan para que los ataque al ganado domestico disminuyan, pero han tirado por el camino más fácil e insensible con la especie.

Yo seguiré soñando con las historias de lobos que me contó mi abuelo de sus tiempos de cabrero y en encontrarme con alguno mientras paseo por algún rebollar o encinar de la sierra.

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