Viendo que las lluvias habían sido abundantes y tras haber hablado con el guarda del Pantano de Mirueña el domingo pasado, siendo su previsión que en diez días estaría lleno y por fin rebosaría y empezaría el río Almar a correr (vaya fechas...que va a se de nosotros)decidí ayer domingo acercarme al Embalse del Milagro (Pantano de Mirueña).
Efectivamente,las previsiones del guarda habían sido incluso negativas,en siete días ya estaba lleno (1.5 Hm3).
Bajé por la parte norte de la presa, es decir atravesé la presa, y empecé a bajar, las vistas hacía el río eran alentadoras y parecía que la ruta iba a estar entretenida.
Recordaba haber hecho el paseo hace ya años con Sergio, subiendo desde Torneros al pantano. El río ha ido buscando las lineas de debilidad de la roca metamórfica, pizarras, de ahí los reiterados cambios de dirección en su curso. La tubería de agua que abastece Peñaranda sigue también el mismo curso. En algunos lugares han hecho muros de piedra para proteger la tubería de la embestida de las aguas.La obra del embalse y la tubería datan de 1973, por lo cual la tubería se encuentra bastante envejecida y tiene perdidas y junto al aumento de demanda de agua en Peñaranda la instalación ha quedado escasa. Para solucionar esto se prevé hacer unas compuertas en la presa para aumentar la capacidad del embalse, que doblaría a la actual, y volver a instalar una tubería de un diámetro mayor.
La casa que se ve en la foto es la casa de Mohadilla, nombre de la dehesa en la que se encuentra, y de la que escuche contar historias a mi abuelo de sus tiempos de cabrero.
En la primera parte fui por la margen derecha (siempre aguas abajo), en esta zona hay alguna zona de prado entre el río y la ladera, y aunque el desnivel es importante la pendiente no es excesiva y puede ser aprovechada como zona de pastos para el ganado.
Atravesé el río en una zona con una alambrada y seguí el descenso por la margen izquierda, entre cambios de dirección y pequeños torrentes que se iban uniendo al cauce principal se llega a la zona donde confluye con el río Almar por su izquierda el arroyo llamado en los mapas como Villares, que en su parte final debe descender un desnivel apreciable hasta encontrar el cauce encajonado del río Almar, formando bonitas cascadas, con algún represamiento, usados para captar aguas para hacer funcionar antiguos molinos.
Tras subir hasta un edificio en la zona de inicio de cascadas volví a bajar al río Almar en busca de los Riscos, la zona donde el río se encajona, y tiene paredes a ambos lados de su margen. El camino sigue por la margen izquierda, junto a los ya citados muros de protección de la tubería, y las ruinas de algún molino. En la zona de la siguiente foto el camino discurre encima de la explanada construida para la instalación de la tubería, incluso en algún lugar asoma parte de esta a la superficie.
Se continua, atravesamos otra alambrada, que nos indica que estamos entrando en término municipal de San García de Ingelmos, mas concretamente en la dehesa de Torneros, hasta ahora todo el recorrido a transcurrido por Mirueña de los Infazones. Las vistas hacia el río comienzan a ser cada vez más espectaculares, el río se encajona cada vez mas entre paredes de roca.El camino pasa junto a una arqueta de ventosa de la tubería.
A continuación el río hace una serie de bonitas cascadas y se mete en una zona prácticamente cortada a cuchillo con dos estrechamientos en la que el agua se precipita con mucha fuerza. Estamos en los riscos, lugar emblemático dentro del término de San García. Siempre escuche que aquí venía Tio Calixto a coger rocas para hacer morrillos para jugar a la calva (vendría con el Peneque...)
Por fin llegamos a una gran arqueta con un tubo, que sirve de desagüe de la tubería, de repente todo cambia el paisaje se vuelve manso, praderas repletas de encinas con ganado pastando y las casas de Torneros al frente.El río se apacigua y sigue su curso extrañado ante tan radical cambio. Si observamos con detenimiento veremos en la vertical pared de la otra margen del río un búho real que saldrá volando cuando se percate de nuestra presencia.
El camino de vuelta lo realizaremos por el mismo lugar, veremos una encina partida por un rayo y cuando veamos la casa de Mohadilla subiremos por la dura pendiente y disfrutaremos de las vistas hacia el río.
Ya sólo queda llegar al pantano y atravesar la presa, aprovechando para hacer la última foto con la luz de la tarde.
Duración total: 2 horas y 15 min (con paradas) (ida y vuelta)
Distancia: 6 kms (ida y vuelta) aprox.
Ida en rojo, vuelta en azul.
No hay comentarios:
Publicar un comentario